Estrategia antirrusa de Occidente: el arte de rascar la oreja izquierda con la mano derecha

Tras robar reservas internacionales rusas, entre ellas las recibidas en calidad de pagos por sus suministros energéticos; tras desconectar a bancos rusos del sistema #SWIFT que facilita las transacciones financieras internacionales, con lo cual #Moscú procedió a vender sus hidrocarburos en moneda nacional; tras poner trabas burocráticas a la puesta en marcha del ya construido gasoducto ruso #nordstream2, capaz de quitarle el dolor de cabeza definitivamente a la Unión Europea en el abastecimiento energético; tras obstaculizar la devolución a #Rusia de las piezas necesarias para que pueda seguir suministrando su gas a clientes comunitarios; en fin, tras hacer lo imposible para “despertar de la dependencia de Rusia“, según lo calificaron algunos medios, la Unión Europea comenzó a preguntarse si podría “sobrevivir sin el gas ruso“.