Supremacismo, xenofobia y capitalismo

Supremacismo, xenofobia y capitalismo Van de la mano. El capitalismo trata de ocultar su presencia parapetándose en la cultura, en la identidad nacional, en el racismo y la xenofobia. La primera ministra italiana nos pone un ejemplo perfecto de esto. Habla de rasgos civilizatorios distintos para diferenciar Europa - una Europa de otra época, por cierto, no de la actual - del mundo islámico. Hace una matización meramente retórica para lanzar su mensaje supremacista: le falta decir que los valores europeos son mejores y ya está. Sin embargo la señora Meloni no quiso recordar que en el “mundo islámico“, en los países musulmanes, existían organizaciones de un marcado signo laico, liberal, y también y más específicamente, revolucionario popular y socialista. Meloni no menciona a Gadafi, a Nasser, al Baath, a los gobiernos postcoloniales sirios, etc. No le interesa decir que fue Occidente el encargado de dinamitar y aniquilar estos mismos movimientos, porque son los principales interesados en que en estos países haya monarquías absolutistas que controlen con un específico rigorismo religioso a las masas para que estén atemorizadas y se guíen por atavismos perpetuos. Meloni se olvida también de que existe un islamismo intelectual y culto. Elevado, que racionaliza sus principios y valores, al contrario que el liberticidio occidental protestante, que por cierto, no es el cuerpo moral de Europa. Como mucho lo es de los países germánicos, pero no de los latinos. También elude recordar que el dinero de los acaudalados islamistas siempre es bienvenido en Europa, porque claro, una cosa es la civilización y los valores, y otra el negocio. En definitiva, su mensaje es una trampa preparada para las clases subalternas. Para evitar que en algún momento se produzca una unidad de lucha de clase y que veamos al musulmán como algo diferente, y no le veamos como uno de los nuestros. Suscríbete a [id398176442|@vakulinchuk] Источник: Vakulinchuk
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