“ETA mátalos“, los años del plomo
Arnaldo Otegi es un hombre de paz y José Antonio Ortega Lara es un fascista. Este es el relato oficial de la izquierda extremamente ideologizada y de los nacionalistas en la España del año 21 del siglo XXI, cuando se cumple una década desde la desaparición formal de la banda terrorista ETA. Las víctimas siguen con su inmenso dolor y los que apoyaban a los matones ahora campan a sus anchas en las instituciones públicas, disfrutando del coche oficial y de las generosas dietas públicas. Resulta curiosa la vida.
Los 857 muertos (138 habían nacido en Castilla y León), los 315 asesinatos sin resolver, los casi heridos, las más de víctimas directas de los atentados quedan para la estadística oficial. El sufrimiento generado por unos siniestros asesinos en serie -amparados entre una parte importante de la población vasca por el ideal de su particular patria- no deber