Mikel Izal - El paraíso

EL PARAÍSO Quiero firmar esta última carta, enfrente de este mar, dándole las gracias. Por acercarme al sol, por sacarme de la cama, abriéndome de par en par los párpados y las persianas. Tierra a la vista, vestida de gala. Lentejuelas de arena. Tan guapa, tan fea, tan de pueblo, tan urbana. Viajando a tu centro me perdí entre tus faldas. En mis oídos el placer, una dona cantaba. En el paraíso no hay forma de saber si fuera está lloviendo y no importa. El tiempo es infinito y puede ir al revés. Tan sólo pide por esa boca. Conciertos tan tristes que nos alegraban. Con cuatro cervezas soltábamos toda la mierda que nos preocupaba. Vermut a las doce, tus rizos naranjas. Reinventábamos juntos la forma de vernos dos o tres veces por semana. Asomados al borde de nuestra terraza. Dejándole al tiempo llevar las penas tan lejos que no molestaran. En el paraíso no hay forma de saber si fuera está lloviendo y no importa. El tiempo es infinito y puede ir al revés. Tan sólo pide por esa boca.
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