Conocemos la historia. La hemos escuchado tantas veces...
Job, un hombre a quien, en tan poco tiempo, se le desplomó el mundo; una tragedia tras otra, ni siquiera se recuperaba de una y ya venía otra, y, aun así, él siempre adoró al Señor.
Esto me recuerda a lo que estamos viviendo en estos tiempos. Personalmente, nunca había recibido noticias tan tristes tan seguido, una tras otra, y duele, duele demasiado.