En 1961 Fidel Castro pidió a los adolescentes cubanos dejar sus casas y sus estudios para irse al monte a enseñar el misterio de las letras a cientos de miles de compatriotas analfabetos. Recuerda uno de ellos, un niño de apenas 14 años, Silvio Rodríguez, que para esa primera tarea sobraron voluntarios porque cuando hay una epopeya a la vista los jóvenes de inmediato se suman a ella.
El documental Mi primera tarea, de la directora estadounidense Catherine Murphy, utiliza una entrevista con Silvio para recrear uno de los actos más justos y generosos de la nación cubana consigo misma, la Campaña de Alfabetización. El cantautor vuela hacia su adolescencia y revive aquellos días de hambre y felicidad, conviviendo con una familia de humildísimos carboneros en la ciénaga de Zapata.
Los relatos del poeta, a veces risueños y otras emocionados, se mezclan con imágenes de los jóvenes cubanos, casi niños, enseñando a