ENTRE LA RAZÓN Y LA EMOCIÓN

ENTRE LA RAZÓN Y LA EMOCIÓN 1. Es evidente que nuestra percepción de la realidad necesariamente tiene que ser una combinación de factores racionales y emocionales. Parece claro que la razón no responde todas nuestras preguntas ni nos permite por sí misma posicionarnos correctamente ante la realidad. Lo lógico es utilizar la razón hasta dónde la misma puede llevarnos en función de nuestra experiencia y conocimientos. A partir de ese punto, es imprescindible utilizar la intuición, la emoción o los sentimientos. 2. Sin embargo, las motivaciones irracionales pueden tener un claro impacto negativo cuando nos llevan a actuar en contra de la razón o a sustituir el análisis racional por emociones, sensaciones o sentimientos. 3. Éstas son precisamente las claves que explican por qué los ciudadanos estamos interesados en aproximarnos todo lo posible a la realidad, puesto que es lo que nos permite clarificar cuáles son los retos sociales y cómo abordarlos. 4. En sentido contrario, hay que tener en cuenta las importantes contradicciones entre el interés general y los intereses de los ciudadanos por un lado y los intereses de las élites corporativas por el otro. Como consecuencia de ello, estas élites están claramente interesadas en dificultar y distorsionar constantemente nuestra aproximación a la realidad. 5. Puesto que las oligarquías en general, y las grandes corporaciones en el momento actual, controlan los medios de comunicación y la industria cultural, nada más lógico que intentar incidir sobre la opinión pública y los valores sociales distorsionando la información que recibimos, pero también incidiendo sobre nuestra percepción de la realidad a través de emociones, sensaciones o sentimientos. 6. Ésta es la razón fundamental de que, una y otra vez, las élites oligárquicas recurran a movimiento y doctrinas que cuestionan la razón como instrumentos para impulsar sus objetivos y hacer frente a las amenazas que perciben. Una lógica de cuestionamiento de la razón que se plasmó con claridad en los movimientos fascistas y nazis del siglo pasado y que se ha plasmado después en el posmodernismo corporativo. 7. De esta forma, distorsionando los retos sociales reales a los que Occidente se enfrentaba, la élite corporativa ha generado las corrientes posmodernas de inspiración neonazi que están destruyendo Europa y Estados Unidos de forma acelerada. 8. En aplicación de esa estrategia, la gestión racional del proceso de emancipación de la mujer, de la defensa del medio ambiente, de la protección de las minorías y de la relación entre pueblos y países ha sido sustituida por movimientos y corrientes sociales destructivas al servicio de los intereses de las grandes corporaciones, como son el posmofeminismo, el catastrofismo climático, la manipulación de las minorías o la explotación laboral masiva a través de procesos migratorios. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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