LAS CALLES de DEBRECEN son UNA FIESTA PARA LOS OJOS

No es un mito ni una leyenda urbana. Los meses de julio y agosto en el hemisferio norte afectan directamente a nuestra líbido y la subida de las temperaturas aumentan las ganas de tener encuentros íntimos. Tampoco es casualidad. La ciencia respalda esta teoría con diferentes estudios que detallan las razones de por qué tenemos más ganas en verano. El primer motivo de peso estriba en que estar de vacaciones permite disponer de más tiempo, menos cansancio y también conlleva dejarse llevar y sentirse más libre. “Por lo tanto, esto ayudará a reducir en gran medida el estrés y los niveles de cortisol, que tienen un efecto negativo sobre la líbido”, aseguran los expertos. Las calles de Debrecen en verano son una fiesta para los ojos, las bamboleares anatomías pululan a nuestro alrededor. Hay que tener en cuenta asimismo que hay más horas de sol y los días son más largos. El cuerpo recibe una mayor cantidad de vitamina D, que dire
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