QUÉ PASA CON LOS PARTIDOS POLÍTICOS. Posmocapitalismo y Destrucción Social.

Posmocapitalismo y Destrucción Social. QUÉ PASA CON LOS PARTIDOS POLÍTICOS 1. El posmocapitalismo está destruyendo Europa a una velocidad vertiginosa. Las élites corporativas impulsoras del neoliberalismo, el posmofeminismo, el catastrofismo climático, la manipulación de las minorías o los movimientos migratorios, en base a objetivos de manipulación y control social, han llevado a nuestro continente a una situación límite de estancamiento económico, hundimiento demográfico y división y debilitamiento social. 2. La barbaridad de las corrientes y estrategias del posmocapitalismo es tan evidente, que sólo se mantiene mientras nadie habla. Pero, lógicamente, cada vez más gente se pregunta cómo es posible todo esto. Y, enseguida, se plantean qué pasa con los partidos políticos o, en concreto, con su respectivo partido político. Por qué toleran o apoyan estos procesos. 3. La respuesta no es sencilla. Debemos partir del amargo reconocimiento de que los partidos políticos europeos no trabajan ni para sus afiliados ni para sus votantes ni para los ciudadanos sino que, al contrario, se han sometido fielmente durante décadas a los intereses corporativos, por muy destructivos que fueran. Y ello con independencia de que los grupos políticos se denominen a sí mismos como derecha, izquierda o centro. 4. Darse cuenta de ello supone un verdadero trauma psicológico para muchas personas. Pero, lamentablemente, la realidad es evidente. Nuestros partidos políticos llevan décadas mirando para otro lado en los retos estratégicos más importantes para nuestro continente y, al contrario, sumándose encantados a todo tipo de modas del posmocapitalismo, por absurdas y destructivas que sean. 5. Las razones de esta traición histórica de los partidos políticos a los ciudadanos europeos pueden analizarse desde distintas perspectivas. La primera de ellas radica en el impacto de la configuración institucional de los partidos y, más en concreto, de su financiación. Hace tiempo que los partidos políticos no dependen de las cuotas de sus afiliados, sino de financiación externa y pública. Esto genera enseguida una dinámica en la cual los afiliados se convierten en una mera molestia para las direcciones de los partidos, sólo preocupadas por los resultados electorales y, precisamente por ello, por mantenerse dentro de lo aceptable por los medios de comunicación. 6. El propio control de los medios de comunicación por las grandes corporaciones, drásticamente acentuado a partir de los años 90 del siglo XX, impulsó la desaparición práctica de las diferencias reales entre los partidos políticos y ha ido situando a todos en un entorno común de carácter neoliberal, atlantista, posmofeminista, etc. en el que las diferencias entre unos y otros partidos son cada vez más de mero matiz. 7. Sabemos que las élites corporativas han utilizado instrumentos más perversos para controlar a la clase política occidental, incluyendo las redes de chantaje basadas en el tráfico sexual infantil, como la red Dutroux en Bélgica y la red Epstein en Estados Unidos. A través de estas redes, cientos, tal vez miles de responsables políticos son sometidos a chantaje de por vida y su fidelidad a los intereses corporativos plenamente asegurada. La existencia e importancia de este tipo de redes está plenamente constatada, aunque no esté claro hasta dónde llegan ni, por supuesto, cuáles son exactamente los responsables políticos y las organizaciones políticas afectadas. 8. Los restantes instrumentos para condicionar o asegurar el sometimiento de los partidos políticos son conocidos. Las aportaciones económicas, las denominadas puertas giratorias, o el poder fáctico de las grandes corporaciones sobre la economía, la sociedad y la vida política en su conjunto. 9. Hablemos claro. A través de su complicidad con las destructivas estrategias corporativas del posmocapitalismo, nuestros partidos políticos han traicionado a los ciudadanos y se han convertido en nuestros enemigos. Pero esto no nos debe hacer perder la perspectiva estratégica. El mundo está cambiando muy rápidamente y, a partir del actual choque geopolítico entre países emergentes por un lado y Europa y Estados Unidos por el otro, todo parece indicar que nuestro entorno social, cultural y económico va a cambiar en unos pocos años. Las fuerzas políticas, sean las actuales u otras nuevas, se irán adaptando necesariamente a la nueva realidad. Hay que prepararse para ello. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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