Nuestra Madre la Iglesia Católica y con ella todos los Santos han enseñado firmemente y con rotunda aversión la maledicencia de toda palabra malsonante (“taco“) impropia, no sólo de un cristiano, sino de toda persona educada.
El Caballero Cristiano no dice tacos sino el libertino. escuchen las homilías del santo cura de Ars al respecto.
Urge la necesidad imperiosa de recuperar la educación y corrección en el uso de mal gusto de las palabras soeces.