ESTRATEGIAS E IDEOLOGÍAS

ESTRATEGIAS E IDEOLOGÍAS 1. Distinguir entre ideologías y estrategias es un punto de partida interesante para entender el significado conceptual del posmodernismo corporativo y del conjunto de los movimientos de inspiración neonazi o corporativista de los últimos siglos. 2. Es importante entender que las distintas corrientes ideológicas impulsadas por la oligarquía corporativa durante los dos últimos siglos no responden, en realidad, a la ideología de la propia élite corporativa. Aunque pueda resultar chocante, esas corrientes ideológicas han sido instrumentos de manipulación y control de la sociedad, pero pocas veces se ha tratado de cosmovisiones realmente asumidas personalmente por esas élites. 3. Como consecuencia de ello, las élites corporativas se han ido adaptando progresivamente sin grandes dificultades a las nuevas corrientes ideológicas impulsadas por ellos mismos. Lo que para los ciudadanos son ideologías, para estas élites han sido fundamentalmente instrumentos de manipulación de los valores sociales y de la opinión pública. 4. Los ejemplos son numerosos. En el ámbito económico, estas élites impulsaron la ideología del libre comercio cuando les interesó y se hicieron proteccionistas cuando les resultó más conveniente. Fueron liberales al comienzo del siglo XIX e impulsaron el intervencionismo y el autoritarismo cuando fue oportuno. 5. En la segunda mitad del siglo XIX impulsaron de forma progresiva el darwinismo social y el maltusianismo no porque creyeran en la corrección de estas ideas, sino como instrumentos para apoyar el antinatalismo y la reducción y el control de la población. 6. A fines del siglo XIX, en EEUU y el Reino Unido comenzaron a impulsar la eugenesia, el racismo y el control de la natalidad. 7. En los años 20 y 30 impulsaron el fascismo y el nazismo como instrumentos para hacer frente al movimiento obrero y a la Unión Soviética. Salvo excepciones, las élites aristocráticas y corporativas detrás del apoyo a estos movimientos los utilizaban, pero no creían realmente en ellos. Como en casi todas las ideologías impulsadas desde el ámbito corporativo, en realidad despreciaban a la plebe que se adhería a este tipo de grupos políticos. 8. Ello explica también la rapidez con la que, durante la Segunda Guerra Mundial, estas élites corporativas se desmarcaron de los movimientos nazi y fascista para dejar claro que “ése no era su proyecto”. Algo aparentemente absurdo si tenemos en cuenta que el nazismo y el fascismo no hubieran llegado a nada significativo sin el constante impulso, financiación y colaboración de la aristocracia y las grandes corporaciones. 9. Después de la Segunda Guerra Mundial, las grandes corporaciones concentraron rápidamente su esfuerzo en proyectar su poder e influencia a través de Estados Unidos como nueva potencia hegemónica y en confrontar al bloque socialista. Fruto de esta influencia corporativa fueron el impulso de la contracultura en los años 60 o el relanzamiento del antinatalismo y el control de la población durante la Guerra Fría. 10. Las nuevas ideologías del posmodernismo corporativo fueron también impulsadas sistemáticamente desde el ámbito corporativo a partir de los años 60 y 70 del siglo XX y desplegadas masivamente a partir de los 90, incluyendo el posmofeminismo, el catastrofismo climático o la manipulación de las minorías y de los movimientos migratorios. Ninguna de estas absurdas ideologías del posmodernismo son compartidas en absoluto por las élites que las impulsan. Sus objetivos ahora son los mismos que al impulsar el conjunto de las corrientes ideológicas mencionadas. Se trata de defender sus propios intereses, o lo que consideran sus intereses, tanto económicos como de control, incluyendo dentro de este último concepto su obsesión por la contención y reducción de la población. 11. Ello no quiere decir que haya que rechazar cualquier ideología, que seguramente son instrumentos necesarios para interpretar la realidad y canalizar posicionamientos y actuaciones colectivas o comunitarias. Pero no hay más remedio que ser conscientes de que lo que para nosotros son ideologías, para las élites corporativas son estrategias. Su actuación no responde a ninguna ideología sino a meros objetivos de acumulación de riqueza y poder. Para ellos, esas ideologías son simples instrumentos de dominación destinados a controlar nuestra forma de pensar y de actuar. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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