El reto del principito. Por Alejandro Páez Varela | Video columna

Y si bien el rico sí es pobre porque quiere –y Salinas Pliego y Vicente Fox son ejemplo de cómo el dinero no educa–, el problema con Salinas Pliego viene de usar su malentendido conveniente para invitar a otros a no cumplir con sus obligaciones con la República. Ejemplos simples: las calles que usa el empresario para ir a su casa no vienen de la nada: se financian con gasto público; y las concesiones que disfruta son un bien común, no particular. Pero cuando dice que no debería pagar impuestos lo que realmente afirma es que todos los demás tendríamos que financiarlo a él por una especie de privilegio heredado (como su fortuna). Eso no está bien. Ese tipo que predica que los ricos son principitos de sangre azul, ¿puede ser realmente “amigo” del primer Presidente de izquierda desde Lázaro Cárdenas? Visita Facebook: Telegram: Twitter: https://w
Back to Top