Un país de gorrones

Según un reciente estudio de una fundación privada realizado a nivel europeo, el 80% de los españoles creen que el Estado debería ser responsable de su bienestar y su felicidad. Curiosamente, sólo un 40% de los alemanes o británicos opinan lo mismo. El resultado de esta encuesta refleja, sin más, que España es un país de gorrones. Sin embargo, el asunto de la limosna ideológica y de la servidumbre al estado no es sólo un problema español. Este fenómeno está incluso más acentuado en Latinoamérica, y consiste en impedir al contribuyente que prospere, emplear parte del dinero que le has quitado para coartar sus libertades, otra parte para darle de comer cuando esté pasando hambre, y finalmente, obligarte a agradecerle el regalo. Al admitir que sus ciudadanos sean gorrones y se aprovechen de un sistema que regala dinero sin mesura, se crea una hueste de ciudadanos vagos, y, lamentablemente, débiles e irresponsables.